diumenge, 20 de maig del 2012

Correspondencias


Paciente: Tigrida Planas



Asunto: Urgencia



Paciente Tigrida Planas, necesitamos con urgencia que se presente al hospital.

Las últimas pruebas que le hicimos nos han mostrado un pequeño tumor en la parte posterior del cerebelo.

No queremos alarmarla. Puede que sea un tumor benigno, por lo tanto que no produzca daño alguno.

Para no entrar en un riesgo asegurado necesitamos que se presente el día....























Día de la cita: 30 de Septiembre



Dr. Romadilla

Banyoles, 25 de Septiembre



                                                                                                          Hospital de Gerona







Banyoles, 26 de Septiembre


Querida abuela,

Hace ya varios años que deje de verte y de llorarte. Tu marcha nos afecto mucho a todos, durante semanas estuvimos distanciados entre nosotros. Echamos de menos tu forma de hablar, con ese acento, tu sonrisa, tus vestidos de flores y rayas, los regalos que nos hacías; aún conservamos los juegos de cama que nos diste en Navidad.
Recordamos aún que dejábamos el sofá con las fundas mal puestas y tu nos decías que lo pusiéramos bien. Echo de menos que confundieras mi nombre con el de mi prima, y cómo nos lo pasábamos bien juntas con los muñecos, las miniaturas y los peluches. Esos momentos que compartíamos juntas las tres en el patio eran para mi uno de los mejores de mi infancia.
Cuando llegábamos nos estabais esperando, junto con el abuelo, en la puerta del garaje, pero a medida que pasaba el tiempo te fuiste poniendo mala y ya no podías estar mucho de pie y nos esperabas en una silla. Ya no podías jugar con nosotras, ni nos regañabas cunado poníamos las fundas del sofá mal. Hasta que ya no ocurrió nada, llegábamos y no nos esperabas, jugábamos pero sin ti y ya no queríamos estar en el sofá, porque todo eso era lo que te hacía a ti especial, pero cuando tu no estuviste más ya no tenia ningún sentido. Lo último que recuerdo es que mamá se fue y tu no volviste jamás.
Pero todo este tiempo sin ti ha valido la pena, pronto estaré contigo.

Con cariño,

Tigrida

                                                                                                                     





 






 

 





Banyoles, 2 de Octubre

Sergi,

No sé ni por dónde empezar,... Ese tiempo a tu lado fue el mejor, aunque fuéramos distintos, supiste quererme igual. Tú fuiste muy cariñoso y amable en cambio yo... de cariñosa nada. Te gustaba que estuviésemos juntos todo el tiempo y yo prefería que estuviéramos en grupo porque estar a solas con un chico me era imposible, me ponía muy nerviosa y no se me ocurría nada que decir. Eres de las mejores cosas de ese verano que me ocurrieron junto con estar al lado de mis mejores amigos, aunque se habían peleado la mayor parte del tiempo.
… pero aún así no se si la cosa funcionó muy bien, no te veía mucho y para estar tanto tiempo separados prefería que cuando nos viésemos solo fuéramos amigos porque sufría demasiado y no quería distraerme pensando en ti y tener exámenes, pero no tiempo para estudiarlos, porque solo tenía quince años y lo que antes me importaba más era el futuro, pero no el sentimental sino el académico para poder vivir bien y no tener que conformarme con un trabajo que no quisiese nadie ni nada por el estilo, quería poder vivir sin preocupaciones!
Ahora pienso que debería haber aprovechado al máximo todo el tiempo que estuvimos juntos. No quiero que me llores.

Atentamente,

Tigrida                                                                                 

























Banyoles, 15 de Octubre

Rishi,


Te echo de menos ¿sabes?¿cuanto hace que no nos vemos? He perdido ya la cuenta de los días que paso sin verte. Antes nos veíamos más, para ir a jugar, a nadar y a hacer cabañas, a luchar con palos simulando una lucha de gladiadores, jugando un partido de baloncesto con mi hermano pequeño; o un partido de fútbol tu y yo contra todos los otros, como el equipo invencible; o buceando en esa pequeña isla y tirándonos desde la roca más alta (que nos dejaban) y riendo sin parar siempre. No discutimos nunca, y nuestras tardes y días eran como un respiro del mundo, un momento en que solo existíamos nosotros y nadie más, dónde todo lo demás no nos preocupaba, las risas de la gente, que nos miraba y decían que no podíamos ser amigos porque tu eras un chico y yo una chica. Las carreras que hacíamos, jugando a pillar en el agua, siempre llegábamos al mismo tiempo, me costaba un poco pero siempre conseguía llegar antes de que me atrapases. Era divertido. Pero ahora pienso que nos excedíamos, un poquito, porque cuándo empezábamos no nos paraba ni dios. Echaré de menos esos tiempos, en los que desconectábamos y éramos felices. Ahora nos preocupan cosas, cosas de las que no podemos aislarnos. Solo me falta decirte que esperaba que nos pudiéramos ver pronto, porque no podré soportar más la idea de no verte otra vez, antes de no verte más. Te necesito, necesito ver tu sonrisa, tus ojos y tu mirada, tu rostro, todo tú, para sentirme viva por última vez.

Espero tu respuesta,

Tigrida

                                                                                                                     























Banyoles, 1 de Noviembre

Mireia,

Te he explicado tantas cosas, cuando tengo algún problema siempre estás allí. Te puedo hablar de todo, de chicos, de trabajos, de amigos y de mis preocupaciones, de todo. Lo mejor es que tu no te cansas de mi, ni de escucharme. Me das muy buenos consejos y siempre consigues que haga lo que no me atrevo a hacer.  Consigues darme el empujón necesario para llegar a ser quién soy ahora. Todo lo que tengo y lo que soy te lo debo a ti.   Haces de mi una buena y alegre persona.  Soy quién soy gracias a ti. Espero que sepas lo mucho que te quiero y te aprecio, y lo mucho que te echo de menos cuando no estas aquí. A veces nos pasamos una o dos semanas sin vernos y luego vemos que nos echamos mucho de menos. No te lo he dicho nunca, eres mi mejor amiga y no quiero perderte. Nunca había conocido a nadie como tu, tan brillante e inteligente, madura a pesar de tener un año menos que yo. Eres la hermanita que nunca tuve. Quiero que sepas que no te dejaré escapar, que tu y yo estaremos juntas siempre, puedes contar conmigo por todo lo que quieras. Que aunque no estaré mucho tiempo aquí, quiero que veas que yo tambien estoy aquí para ti, puedes contarme lo que quieras, que siempre hablo yo y ahora quiero escucharte, una última vez.

Te quiere,

Tigrida

                                                                                                                     


                                  

                                              










Banyoles, 18 de Noviembre

Querida tía “Llúcia”,

Nos dejaste hará dos meses, te fuiste sin decir adiós. Ahora que te encontrabas mejor, que no tenías ningún problema ni ninguna enfermedad, te nos vas, por un accidente. Un accidente parecido al mío. Nuestra familia siempre tiene accidentes. Primero yo, al lado de casa, un coche choco conmigo, y aún tengo dolores, mi rodilla no se a recuperado, hace cinco años que sueño con coches. Y luego mi abuelo fue atropellado por un camión, pero sobrevivió, solo que a veces no recuerda las cosas porque recibió el impacto en la cabeza. Pero tu, no tuviste nuestra suerte, te llevaron al hospital, y llegaste, pero ni si quiera el tío “Miquel” pudo llegar a despedirse, no llegó al hospital, ni él ni tus dos hijos llegaron al hospital a tiempo. ¿Tenías prisa por irte? No tenías derecho a dejarnos así. Tanto tiempo preocupándonos y ahora nada, nos hemos quedado sin ti. Debemos aceptarlo, lo se, pero no quiero que sea así. No quiero perder a más gente. Todo el mundo termina por dejarme y no es nada justo, una persona tendría derecho a elegir cuando nos quiere abandonar, y dejarnos. Para poder tener, ni siquiera, diez segundos, para despedirnos. Ahora tendré tiempo para hablar contigo.

Te veré pronto,

Tigrida






                                                                                                         










Banyoles, 25 de Noviembre

Papá,

Tantas cosas tengo aún que aprender, que escuchar, y que ver. Tu quieres enseñarme pero yo no quiero abrir los ojos, no quiero aprender, quiero volver a ser tu niña, quiero seguir jugando en el parque contigo, quiero seguir acurrucándome en el sofá a tu lado, no discutir, y que tu me protejas, quiero seguir siendo tu niña pequeña, para poder tener ese tiempo otra vez y utilizarlo de forma distinta. Recuerdo nuestras tardes en nuestra granja, ayudándote a dar de comer a los conejos, y recuerdo que no podía ni levantar el cubo del pienso, y tenia que dejarlo siempre en el suelo, que no llegaba a las comedoras de arriba y tiraba un poquito en el suelo. Recuerdo los perritos que tuvimos, y que ni siquiera podía levantar uno sin la ayuda de mi hermano. Recuerdo que me hice daño porque te cayo una piedra encima de mi dedo, y que cuando llegamos a casa te pusiste a llorar, tú en lugar de yo. Pero ya he crecido, y “salí del nido”, no me dio miedo hacerme mayor, quería hacerme mayor. Me da miedo irme antes que tu, porque aunque siempre estamos peleando o discutiendo, nos queremos mucho, somos iguales, tenemos el mismo carácter, la misma terquedad, y la misma perseverancia, tu no tampoco lo querías, por miedo a que me perdieras. Podemos aún crecer durante un tiempo juntos, ayudame tu con los nuevos problemas y obstáculos, ayúdame a ser mejor persona, a ser como tu, y llegar, incluso, a ser mejor que tu, aunque sea por poco tiempo, quiero ser mi mejor yo.

Te quiero mucho!

Tu hijita















Banyoles, 10 de Diciembre

Señor presidente,

Quiero cuatro barras, cuatro barras rojas, siempre se me ha dicho que si deseo mucho una cosa la puedo conseguir. No ha servido mucho en mi caso. El año pasado quería una buena noticia, y me dieron un año. Quería una amiga y la tengo, y quería que mi año fuera feliz y pero no lo es. Pienso que es porque el mundo no sabe que si deseamos una cosa con mucha fuerza, y trabajamos la podremos conseguir, porque no crea que conseguí un año más de mi vida sin esfuerzo, tuve que trabajar, y soportar un dolor que no se puede imaginar. Quiero que la gente desee lo mismo que yo, solo cuatro barras rojas, y se que después podrán serlo, solo necesitamos que nosotros creamos en ellas. Las cuatro barras son el símbolo que uniría esta nación para llegar a ser algo más... más libre. Antes de dormirme, quiero ver esas cuatro barras. A veces lo importante no es la imagén o el fondo, sino la letra de una canción o las palabras de un hombre viejo y sabio.

Atentamente y con un deseo,

Tigrida Planas



















Banyoles, 25 de Diciembre

Queridos espectadores,

He echo muchos espectáculos desde que aprendí a andar. Habéis asistido a todos. El próximo, espero veros, aunque sea el último al que me veáis, porque no importa la cantidad de gente que venga si no que venga con el corazón. Que venga a ver algo que siente y que apoya. Que defiende aquello por lo que bailamos. Que vengáis a expresar y a sentir. Algunas piezas, no os han convencido y nos habéis ayudado a mejorarlas. Vuestro apoyo nos hace crecer, me da fuerza y me deja perplejo que con nuestros bailes se unan cada vez más gente para luchar por la expresión libre de nuestra patria. Sé que estaréis a mi lado. Que me ayudaréis a juntar más gente, para que nuestro movimiento sea mayor, más fuerte, para que se levante y se pueda oír desde muy lejos, porque la gente oiga nuestro sufrimiento y nos de la mano. Se una a nosotros, porque ellos también han pasado por nuestro momento o porque nos entienden. Aunque no luchen con nosotros, que estén a nuestro lado. El simple echo de que a otra gente le guste nuestra expresión, nos hace crecer, ya que nos da a entender, por tanto, que les gusta nuestro idioma, nuestro ritmo. El baile es mi forma de expresarme, y debemos luchar para que no sea solo mi forma, si no la de mucha más gente, es una forma que no comporta la violencia. No nos dejaremos presionar, y siendo cuatro, diez, viente, cincuenta, cien, quinientos, mil,... seamos los que seamos debemos permanecer juntos luchando sin llegar nunca a la violencia que se utiliza en lugares inhóspitos. por la causa y no dejar brechas entre nosotros. Os dejaré muy pronto, pero mi hijo seguirá con todo el movimiento. Pido, que me recordéis. Mi hijo hará bien su trabajo, solo pido que confieis en él.

Esperando vuestra sonrisa en el próximo espectáculo,                                                          

Compañía de danza Planas













Banyoles, 15 de Enero

Señora directora,

Las notas de mi hijo no nos convencen. En casa nunca está estudiando, nunca tiene deberes. Siempre está jugando en el ordenador o mirando la televisión, nunca hace caso de lo que le digo. Él dice que ya se sabe la materia, pero luego los exámenes, son malas notas o suspende. Siempre discute con sus hermanos, y se pelea. No escucha nuestras palabras, y hace caso omiso de lo que le decimos. Queremos que hable con el educador y psicólogo del colegio. En casa es mi tarea. En el colegio deben ser ustedes quiénes hagan que saque buenas notas. Si le cuesta más se le explica de otra forma, pero no pueden dejar que un niño se quede sin aprender la materia, su tarea es que aprendan para tener un buen futuro, pero si suspenden el examen y lo dejan allí, ese niño no aprende. No pueden pretender que todos los niños lo aprendan de la misma forma, hay unos que con sólo verlo ya la entenderán, hay otros que necesitarán una explicación y hay otros que necesitarán diez explicaciones, y nuestro hijo, que tal vez necesite más de diez explicaciones y diez ejemplos, pero su tarea es que mi hijo aprenda.

Atentamente,

Tigrida Planas
(Madre de Matias Planas)

















Banyoles, 30 de Enero

Albert,

Nos conocimos de pequeños en clase de guitarra, y nos lo pasamos muy bien, ya entonces me gustabas, eras divertido, gracioso, y muy mono, pero éramos muy pequeños. El año pasado te volví a encontrar, somos los mismos, pero con distintos pasados, yo me casé, tuve un hijo y me divorcié. Tu te casaste y te quedaste viudo. Me lo paso muy bien hablando contigo, siempre tienes algún que otro chiste que contar, y la verdad es que eres muy gracioso, pero me vuelves a gustar, y eso hace que ya no pueda estar tan tranquila. Porque me asusto cuando me hablas. Me pareces muy mono, pero no te lo puedo decir porque no quiero perderte y no quiero sufrir, quiero olvidar, quiero que tu y yo seamos amigos, como antes, con el “mar de papers” cuando íbamos a guitarra y no encontrabas una partitura, ponías todas las hojas encima de una mesa y parecía un océano, un océano de letras en el que nunca encontrabas el pez que buscabas. Ahora quiero pasarlo igual de bien, tal vez no con las partituras, pero quiero poder hablar contigo sin sentirme incómoda. Quiero que nos lo pasemos igual de bien que nos lo pasábamos en clase. Ahora te miró y me sale una sonrisa de la boca, sin querer. Tengo cosquillas y no puedo dejar de ser feliz. Me gustaría enviarte ésta carta pero te perdería. El poco tiempo que me queda me ayudará a dejar de pensar en ti. Espero poder ir otra vez de campamentos contigo en el cielo, ya que en mis sueños siempre he estado, para pasarlo mejor que nunca.

Cuando no este quiero que veas un video que te hice, siempre te he tenido en mi corazón.

Pensando siempre en ti,

tu Flor de un día













Banyoles, 15 de Febrero

Queridos nietos,

No voy a poder daros esta carta en persona. Lo sé y lo supe des del día en que el médico me pidió que fuera al hospital. Me dijeron que no tenía tiempo, que podía luchar un año, pero no más de eso, aunque si tengo que seros sinceros aún no se porque me lo dijeron. Ahora estoy en mi habitación, sin poder moverme mucho. Hemos echo un montón de pruebas y tratamientos. Cada noche, al contemplar las estrellas veo la cara de vuestro padre y de vuestra abuela. La verdad es que no sé quiénes sois. Cuando me me anunciaron mi enfermedad empece a olvidar, se que aún no habéis nacido, porque mi hijo es muy joven. Aún no ha encontrado a su amor, pero sé que lo hará, vuestro padre se casará con la que espero que os tenga a vosotros. No quiero pensar en que viviréis en el mismo infierno que yo, quiero pensar que esta genética morirá conmigo, que al verme escribir una carta, ha no os atacará. Algunos de mis amigos, aunque mi mente no está muy bien para recordarlos, han venido a visitarme. Me mata cada día ver como soy más inútil para las cosas más sencillas. Me deja sin ganas de volver. Vuestro padre os contará mi historia, solo quiero que le preguntéis.
Pero la guerra está aquí, dentro de mi, así que disfrutad de la paz que espero que tengáis. Creo que el único regalo que os puedo ofrecer es no daros mi genética. 

Con cariño,

vuestro vieja abuela Tigrida Planas

















Banyoles 29 de Febrero de 2012

Hijo,

Quiero que leas esta carta que es la que un amigo me envió:


Banyoles, 29 de Febrero de 1996

Querida Tigrida,

A la luz de mi vela y de la preciosa luna recuerdo con nostalgia nuestro pasado encuentro. Los soldados me vigilan, pero espero poder asistir a nuestra cita de mañana. Tal vez llegue con retraso, quiero que me esperes una hora, pero si después no he llegado huye, coge tu caballo y no vuelvas, vete con el barco del día siguiente. No quiero que mires atrás, no quiero que tengas miedo, solo que me recuerdes, que nunca olvides a este hidalgo sin dinero ni título. Te pido perdón. Mi palabra no significa mucho, la de un soldado te valdría más, pero espero que aceptes la mía que te la doy con el corazón, con lo único que no se me a arrebatado, el amor de un hombre. Según la realeza, es menor que su coraza. Pero es lo único que me queda y lo que te quiero dar a ti, mi hermosa Flor de un día. El reflejo del atardecer en el mar es solo la luz que tu rubio pelo amana, y tus preciosos ojos me recuerdan las perlas que encontraba en las ostras de los arrecife de la villa en que me crié. Eres el anhelo que todo hombre aspira.
Espero inquieto nuestro huida, y deseo con todo mi fervor que los guardias acepten mi pequeño y maléfico obsequio. Quiero poder poseerte ésa noche, llegar a dónde nadie a ha llegado, hacerte mía y no dejarte ir jamás. Tu y yo juntos para toda la eternidad...                                                                                                             












Con cariño, tu Albert









Banyoles, 10 de Marzo

Querido hijo,

No te lo he dicho, pero no me queda mucho tiempo. Me enviaron una carta del hospital, diciendo que tenia un tumor, no sabían si era benigno o maligno. No parecía peligroso, pero debían asegurarse. Cuando fui allí empezaron diez doctores una conversación con su juerga técnica en la que no entendí más de dos palabras seguidas. De repente se giraron todos hacía mi, y sus ojos no eran los mismos. Eran ojos tristes. Habían llegado a una conclusión. Solo me quedaba un año y medio. Ahora ya he gastado casi todo mi tiempo. No te lo había dicho porque quería que este tiempo a tu lado no fuese ficticio. Que tu me quisieras por quién era y no por quién dejaría de ser. Quiero que abras esta carta después de mi muerte. Se la daré a mi medico, que es quien te lo explicará todo. No le culpes a él, por no decírtelo, estaba en el secreto profesional. Espero que tampoco me culpes a mi. Aunque esto tampoco te lo haya dicho mucho, te quiero más que a nada en el mundo. Eres lo mejor que me podía pasar. Eres lo mejor de mi.

Te quiere,

Mamá



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada