divendres, 3 de juny del 2011

SI ENTENDIÉRAMOS LA VIDA, NO HABRÍAMOS INVENTADO EL ARTE

Te veo delante de mi, con la cara de muerto de miedo que jamás nadie a podido ver. Tu expresión es la de haber visto un fantasma, pero lo que has visto es tu alma. Por fin he tenido mi oportunidad de hacerte lo que tu me hiciste. Me quitaste la vida y la confianza en mi misma. Me trataste como nada, como un montón de polvo que no hace nada a parte de estorbar. Como un lavaplatos que solo hace lo que le pides y nada más. A las mujeres no se las puede tratar de esa manera. Hay leyes, derechos, pero como todo en este mundo pisoteado por el hombre. El desprecio que tenéis hacia las mujeres es anómalo. Nos desprecias por miedo a perder, a perder ante alguien que pensáis que es más débil, menos inteligente y fuerte, menos astuta,... pero os equivocáis, tenemos una capacidad intelectual mayor a la vuestra porque nacemos con el sentido de la protección, la protección y la admiración. Protección hacia los más débiles y hacia los que no pueden defenderse y admiración hacia lo que es más que nosotras. Pero vosotros en lugar de proteger, apuñaláis y en lugar de admirar a los demás os admiráis a vosotros mismos, como unos narcisistas, seres que solo piensan en ellos mismos y en que ellos se creen los mejores. Nos cansamos de vosotros porque nos podemos cuidar solas, podemos vivir sin los hombres, pero vosotros no podéis vivir sin nosotras. Ahora pendes de un hilos aquí delante y tengo la oportunidad de elegir si vivir libre o vivir con hombres. Los hombres nos hacéis sentir felices y muchas veces nos escucháis, pero eso también lo pueden hacer las amigas, así que mi decisión está tomada. Vivir en un mundo presa del ser más estúpido no es tan noble ni tiene tanto valor como vivir en un mundo de libertad. ¡Adiós cadena mía, adiós!

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada