dissabte, 4 de juny del 2011

SI ENTENDIÉRAMOS LA VIDA, NO HABRÍAMOS INVENTADO EL ARTE

Tan pronto como te conocí te quise. Me mirabas con tus ojos verdes y se me aceleraba el corazón. Tenerte a mi lado era como estar en el cielo junto a un ángel. Cuando me abrazabas me sentá ajusto. Me cogías de la mano y el mundo se paraba. Nos mirábamos y el tiempo se paraba. Tus besos... me hacías reír, y estabas a mi lado. Las tardes contigo eran inolvidables, y lo siguen siendo. Eres importante para mí. Y te estoy esperando en casa, porque esta tarde nos vamos al cine.

Solo falta media hora, y pienso en ti. Te echo de menos. Hace ya horas que estoy vestida, y preparada. Ahora en mi sofá, acurrucada y acariciando a mi gato. Solo faltan diez minutos, estoy nerviosa y no sé porque. Ya hemos salido muchas tardes. La verdad es que es nuestro tercer cumpleaños. Presiento que esta tarde me lo pedirás, me pedirás que esté a tu lado para toda la vida, y se mi respuesta... SI.

Suena el timbre. Te veo tras la puerta con un ramo de mis flores favoritas. Las margaritas. Tengo que abrir la puerta o pensarás que no estoy. Abro la puerta y estás allí. Con un traje que te hace muy mono. Tus sonrisa de par en par. Y tus ojos verdes más brillantes que nunca.

Te pego, cierro la puerta y... adiós.

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